ARTÍCULO DE OPINIÓN: Arq. Claudio Fraga, Responsable del Área de Arquitectura de Kraftwelt.
CONCURSO / Reforma de la Sede Centro del FAUD UNC
La cuarentena nos proponía un largo encierro sin tiempo final, y una de mis preocupaciones diarias era cómo mantener la dinámica y el espíritu de trabajo que por más de 18 años nos había acompañado desde que conformamos Kraftwelt…
En esa búsqueda de respuestas, se nos ocurrió participar del CONCURSO NACIONAL DE IDEAS para la Reforma de la Sede Centro del FAUD UNC, un edificio histórico y emblemático de la Universidad de Arquitectura de Córdoba.
Este edificio había sido el ámbito dónde se formaron grandes Arquitectos, logrando -a partir de la década del 50- convertirse en una de las mejores Universidades de Arquitectura del país.
Al leer las bases pensé, -«Por este edificio, tránsito el Arquitecto José Ignacio Díaz -maestro en el uso del ladrillo-, quien bajo la práctica de técnicas tradicionales impuso el ladrillo como herramienta de lenguaje…Un profesional que tantas veces como estudiante consulté y admiré…».-
Por esos mismos pasillos, transitó también el Arquitecto Miguel Ángel Roca. En sus talleres, desarrolló la cátedra de Diseño, que luego en el inicio de la democracia se extendió a la Universidad de Buenos Aires. Discípulo de otro gran arquitecto internacional, referente de mi época de estudiante, Louis Kahn.
Como equipo de trabajo nos propusimos presentar un proyecto que estuviera a la altura de estos referentes, y así lo hicimos. (ver proyecto)
Proponer ideas para la remodelación de un «Edificio para Arquitectos» con tanto peso histórico y prestigio era una gran responsabilidad; no solo por los profesionales que lo transitaron sino también por los que interrumpieron su formación en la compleja década del 70, participando en la generación de ideas pedagógicas innovadoras que vinculaban la realidad social con el claustro académico, ideas resumidas en el «Taller Total».
Siempre consideré que generar Arquitectura tiene tres vertientes: Una teórica, profunda, que surge de aspectos muy particulares vinculados con la formación tanto personal como académica del profesional que la produce; otra rigurosa, matemática, específica, casi científica -vinculada con el Hombre, sus necesidades y los recursos naturales-, que se aprende y desarrolla en el claustro y continúa en la vida profesional; y la tercera, la más compleja, que es la estética, la artística que amalgama lo complejo en algo sencillo y bello.
Considerando la antesala emotiva de participar de un Concurso tan importante, fue para nuestro equipo una gran decepción conocer la elección final del Jurado. Lamentablemente el Jurado no incorporó en su elección de trabajos premiados la vertiente «científica», la que se enseña justamente en un edificio educativo!
Entre los premiados, seleccionó edificios con serios problemas de accesibilidad, con rampas sin pendientes reglamentarias, sin núcleos de evacuación adecuados para la importante población de usuarios,-un requerimiento especificado en las bases del concurso.
Entre los premiados, no se respetaron otras tantas normas definidas en las bases, como la integración del subsuelo del edificio a la planta baja ni el perfil reglamentario construido.
Realmente, sentimos una gran pena, pues un «Edificio para Arquitectos» cuyo objetivo y destino es la generación de un ámbito adecuado para la enseña de la arquitectura no puede descuidar estos aspectos.
El Jurado, al avalar esta selección de proyectos como las «mejores» propuestas de los 139 trabajos presentados, marca las directrices académicas del futuro edificio de posgrado donde completarán su formación las próximas camadas de arquitectos que ejercerán nuestra profesión…Qué ironía!
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