La Arquitectura y el tiempo
Dentro del ámbito de la Arquitectura la vivienda en nuestro país siempre despertó interesantes debates teóricos vinculados no sólo con la profesión sino con aspectos sociales, políticos y económicos relacionados con los gobiernos de turno.
Es interesante recordar cómo la universidad vivió el inicio del período democrático a partir de 1983 donde las nuevas cátedras de Diseño tomaron como paradigma a la vivienda social detonando la discusión, no sólo arquitectónica, sino política y social del momento: autoconstrucción y cooperativismo eran las herramientas para el desarrollo.
También vivimos otro período, donde la vivienda era pensada a partir de los grandes grupos económicos que en sociedad con el estado desarrollaban sectores de la ciudad, basándose la discusión teórica en cómo los nuevos desarrollos no afectaban a la calidad urbana de las grandes ciudades.
De más está mencionar el caso de Europa donde durante la pos-guerra la necesidad de vivienda trataba de ser resuelta con nuevos sistemas constructivos y posturas teóricas las cuales trataban de responder a la nueva organización social. La Arquitectura Moderna cumplió allí un rol fundamental pudiendo sus efectos y defectos comprobarse todavía en la actualidad.
Esta sintética reseña intenta demostrar la importancia que tiene la vivienda para los habitantes de países como el nuestro donde los avatares políticos sociales y económicos son constantes.
Proyectar mirando el reloj
Refiriéndonos puntualmente a nuestro contexto, la vivienda genera para las personas un “antes y un después” en relación a sus objetivos de bienestar y crecimiento proyectados en el tiempo.
Dada esta realidad el arquitecto, en el momento de proyectar, debería considerar como condicionante fundamental la variable del “tiempo”, evaluando en diferentes módulos y ciclos la forma en la que él mismo modifica las necesidades originales planteadas por las personas o núcleo familiar que habitará ese espacio arquitectónico proyectado.
Dicha condicionante del tiempo no siempre la tenemos en cuenta. En general los aspectos funcionales, estéticos, espaciales y hasta los sistemas constructivos vinculados con las materialidades son elegidos en el lugar de otras condicionantes como las económicas, plazos de entrega, urgencias y necesidades puntuales del momento.
Las diferentes etapas en la vida de una familia sumadas a las diferentes composiciones de las mismas, y las condicionantes de desarrollo de la vida diaria que la actualidad propone, hace que la conformación de los objetivos funcionales de partida deban evaluarse considerándose su flexibilidad de transformación.
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La vivienda debería ser efectiva para los diferentes ciclos de vida de sus usuarios, deberíamos pensarlas de tal forma que con simples cambios e inversiones económicas de bajo monto sus espacios y áreas funcionales permitan adaptarse a la diferente realidad que sus usuarios exigen a través del tiempo.
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Un viejo profesor universitario de Diseño les decía a sus alumnos cuando corregía proyectos de viviendas, “Estás diseñando una casa para gente joven. ¿Cómo viviría en la misma casa una persona mayor?¨. Muchas veces esta pregunta no tenía respuesta o quizás si, mudarse a otra vivienda que resolviera la problemática. involucrando en esta decisión separarse de un gran cantidad de afectos.
Como ejemplo de lo expuesto deberíamos analizar las obras de los grandes maestros de la Arquitectura y cómo sus edificios soportaron dignamente a través del tiempo, cambios de destino en relación a los nuevos programas funcionales que el paso del tiempo les propone, incorporando la infraestructura tecnológica, reactivando sus espacios vitales y adaptándose al medio urbano.
xDe la teoría a la práctica
Esta introducción teórica se puede ejemplificar en la vivienda realizada por nuestro estudio en el Country San Carlos ubicado en partido de Malvinas Argentinas, Provincia de Buenos Aires.
Las necesidades funcionales de partida planteaban un gran desafío dado que debíamos proyectar una vivienda de uso permanente para un matrimonio cuya estructura familiar contaba con 6 hijos de edades dispares entre 3 y 12 años y con la condicionante de costo de no superar los 200 m2 cubiertos.
Ante estas condicionantes se optó por un casa desarrollada en una sola planta, lo que permitió un fluido vínculo entre las diferentes áreas funcionales internas entre sí y con el exterior. Se evitó particionarla en dos niveles dado que las áreas circulatorias se duplicarían impidiendo optimizar los reducidos metros cuadrados a desarrollar en relación con la cantidad de usuarios.
De lo analizado se propuso un esquema organizado en bloques funcionales cuya disposición permitiera articular los diferentes espacios de uso:
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1- Bloque íntimo: Resuelto en tira integrado por cuatro dormitorios y 3 baños completos. En este bloque se sintetizó y optimizó fundamentalmente todas las áreas circulatorias de vínculo entre las partes, incorporándose equilibradamente al planteo general las áreas de guardado y técnicas.
2- Bloque de servicio: Integrado por cocina, lavadero y dormitorio de servicio recibió el mismo tratamiento que el del bloque intimo.
3- Bloque de equipamiento y técnico: Resuelto con una barra central que divide el área intima de la social a manera de articuladora. Contiene todas las áreas de apoyo y técnica necesarias para abastecer a los diferentes sectores funcionales de la vivienda.
4- Bloque living – comedor: Resuelto por un gran techo “flotando¨ entre el bloque 2 y 3 resuelto con amplios paños vidriados que vinculan este sector con el exterior. Este gran techo incorpora el área semicubierta, el cual fue proyectado con una altura de 4m para permitir captar visuales completas de la vegetación del entorno.
A futuro esta casa seguramente disminuirá su población siendo probable que la cantidad de dormitorios sea innecesaria.
El proyecto contempla la posibilidad de vincular el área de living- comedor con los dos dormitorios centrales del volumen de dormitorios con pequeños cambios de tabaquerías (resueltas en panelería de yeso) generándose a futuro un tercer espacio de estar para recepcionar a la familia “grande” compuesta por hijos, nueras, yernos y nietos y manteniéndose en los extremos un dormitorios de visitas y el actual dormitorio principal para los padres.
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Para tal fin se utilizó una platea de fundación continua, la que permite adaptar cualquier tipo de transformación desde lo estructural. Y un revestimiento de piso único y continuo incluyéndose en esta decisión todas las áreas cubiertas y semicubiertas, baños, cocina y servicios.
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Este ejemplo demuestra lo expresado teóricamente: la vivienda debe proyectarse en el tiempo, debe permitir ampliarse y adaptarse según las necesidades del grupo familiar. Estas ideas deben dominarse proyectualmente desde el inicio para ser volcadas conceptualmente en la propuesta. Las necesarias modificaciones no deberían hacer perder el espíritu de lo proyectado permitiendo un crecimiento armónico en todas las variables del diseño desde lo funcional hasta lo formal y espacial.
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La incorporación del modulo tiempo dentro de la concepción proyectual es necesaria no solo en los aspectos que se vincula con los estéticos- funcionales sino con técnicos -constructivos. KWA
Fuente: Kraftwelt®