AUTOR – ARQ. CLAUDIO FRAGA
La arquitectura deportiva no deja de sorprenderme.
Siempre me pregunté por qué incluían mástiles en los estadios de fútbol. Le otorgan una identidad muy particular, con propuestas de diseño realmente interesantes.
Hoy podrían confundirse con antenas de telefonía o colectores solares para recuperación energética, pero en aquella época, poco o nada de eso existía.
Profundizando en el tema, encontré un texto que sintetiza muy bien su función:
“El mástil anunciaba el inicio y final del partido a todo el barrio. También indicaba los goles y las expulsiones.”
Ahí estaba la clave.
Los estadios se ubicaban en barrios de casas bajas, y su presencia imponente destacaba sobre el entorno. Los mástiles cumplían una función simbólica y práctica: eran verdaderos hitos barriales, como faros deportivos que comunicaban y anunciaban lo que allí sucedía.
Además, los diseños respondían al movimiento arquitectónico de la época, dominado por el Art Decó.
Al ilustrarlos, se repite un patrón: líneas estilizadas, proporciones elegantes y detalles de diseño únicos, donde figuras como el arquitecto Salomone dejaron su huella.
Arq. Claudio Fraga