ARTÍCULO DE OPINIÓN: ARQ. CLAUDIO FRAGA, Responsable del Área de Arquitectura de Kraftwelt.
La Casa del Arroyo -sutilmente y de puntas de pie- extiende sus piernas intentando no invadir la naturaleza.
El fin de semana pasado visité la “Casa sobre el Arroyo” del Arq. Amancio Williams, que fuera refaccionada por el Gobierno Nacional y a punto de ser entregada al municipio de Mar del Plata luego de su cuidadosa y detallada puesta en valor.
Mi intención no es describir ni profundizar en nada que este vinculado con este proyecto porque no tendría sentido repetir lo dicho por arquitectos de prestigio, nacionales e internacionales, en infinitas y extraordinarias descripciones. Simplemente, relato mi experiencia.
Al participar en la recorrida guiada, debido a la cantidad de público, los visitantes nos dividimos en dos grupos. Un grupo inició el recorrido por el interior de la vivienda principal, mientras que nuestro grupo optó por explorar el entorno.
Al caminar por los jardines perimetrales, el guía nos narró acerca de los orígenes del arroyo, de las especies de árboles europeos plantados por los Anchorena y del remate público que posibilitó que Williams se convirtiera en propietario del terreno.
Durante la visita, ni la historia ni el entorno natural eran novedad para mí. Después de 6 años como alumno y 32 de docencia en la FADU (dos terceras partes de mi vida), poco podía asombrarme, excepto presenciar la conmovedora sutileza con la que uno de los cinco proyectos elegidos a nivel mundial como estandarte de la arquitectura moderna se integra con la naturaleza.
Pabellón de Servicio
Inesperadamente, al llegar al pabellón de servicio de la casa, nos encontramos ante un edificio orgánico, sintético y magistral que, entre árboles, asemejaba a dos grandes serpientes abrazadas.
Una serpiente blanca maciza, con dos grandes cubiertas curvas a modo de binoculares que observan la naturaleza, y otra construida de piedra, propia del entorno, que al converger organizaban un potente patio interior.
En ese momento, recordé las horas de estudio dedicadas al análisis de la «Casa sobre el arroyo» durante los primeros años de la facultad: la gran cantidad de dibujos y croquis realizados para examinarla, la lectura de los postulados de la arquitectura moderna para poder verificarlos en su planteo proyectual. Recordé la historia de la familia Williams, la pasión musical del padre, del arroyo, del entorno…
Entonces, me pregunté: ¡cómo es posible que en la clase de diseño no hayamos analizado el área de servicio! Es un sector tan poco valorado y que aparece en infinidad de documentaciones. Este espacio en sí mismo me estaba brindando una lección de arquitectura.
Vistas Pabellón de Servicio
En este pabellón realizaba sus tareas el personal que atendía a la familia Williams. Constaba de dos habitaciones y un baño, un depósito de alimentos, un comedor, y dos cocheras cubiertas con portones corredizos que tenia como distribuidor principal un gran patio descubierto.
Área de circulación
La cereza del postre: la pileta de lavar situada en el patio; su diseño extraordinario es un toque distintivo y escultural que expresa el recorrido intelectual con el “maestro”(*), desde la Villa Savoye a Ronchamp.
Patio Interno / Pabellón de Servicio
Apreciando el recorrido del pabellón, me di cuenta tarde de que había perdido a mi grupo. Ya se encontraban dentro de la casa principal, y poco supieron apreciar el área de servicio de la “Casa sobre el Arroyo”, que es verdaderamente una clase magistral de arquitectura.
Como decía Mies Van de Rohe -quien le robó su frase predilecta al escritor francés Gustave Flaubert-: «Dios está en los detalles».
Arq. Claudio Fraga
(*) Le Corbusier
Biografia: La Casa sobre el Arroyo, comúnmente conocida como “Casa del Puente”, fue diseñada y llevada a cabo bajo estricta supervisión por los arquitectos Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge de Williams), entre los años 1943 y 1945 respondiendo al pedido de Alberto Williams, padre de Amancio. Fue emplazada sobre el Arroyo Las Chacras, curso de agua fundacional de la ciudad de Mar del Plata. Esta obra representa la creación más audaz del período (1930/1950).
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El Fondo Mundial de Monumentos (World Monuments Fund/Knoll Modernism Prize -WMF) eligió como ganador del Premio Fondo Mundial de Monumentos/Knoll Modernismo 2024 a la Casa sobre el Arroyo (o Casa sobre el Puente) por su cuidadosa y detallada conservación.
