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El Croquis en la Arquitectura: De la Tradición al Diseño Digital


Los procesos creativos en la arquitectura son fascinantes de analizar, ya que cada idea conceptual surge de una exploración personal antes de transformarse en un proyecto colectivo. En general, los primeros enfoques y percepciones nacen desde una estricta individualidad, donde cada arquitecto desarrolla su visión de manera profundamente personal.

Las reuniones de equipo permiten debatir y compartir estas ideas, sintetizándolas a través de esquemas y dibujos que nos representan. Para quienes nos formamos con los grandes maestros del dibujo, la técnica del croquis arquitectónico era casi obligatoria: sin croquis, no existían las tres dimensiones, y sin tres dimensiones, no había arquitectura.



Siempre creí que la herramienta para expresar una idea podía variar según cada persona. En mi caso, el dibujo rápido ha sido la forma más directa de plasmar estímulos cerebrales en una hoja de papel. En este proceso, no todos los trazos son pensados, pero sí registran los conceptos más esenciales de una idea.



¿El Croquis Digital Puede Reemplazar al Tradicional?


Como desafío personal, decidí experimentar con el dibujo en pantallas táctiles y dispositivos móviles, explorando si los nuevos programas realmente habían dejado en el pasado al croquis tradicional. Para mi sorpresa, descubrí que podía expresarme con la misma fluidez y precisión de siempre.

El lápiz óptico permite reproducir diferentes niveles de presión sobre la pantalla, con una gama de colores infinita y la posibilidad de modificar, corregir y superponer elementos con gran facilidad. Las texturas y los trazos a mano alzada enriquecen el resultado, permitiendo una expresión artística tan versátil como la del papel.



Comprendí que el croquis digital es un recurso sin límites. Tal vez aún no se explora lo suficiente por el temor a reemplazar el lápiz por una pantalla, pero la realidad es que la tecnología no ha eliminado el croquis: lo ha evolucionado y perfeccionado.

Como arquitectos y docentes, nuestra tarea quizás sea reivindicar el uso del lápiz, ya sea óptico o de madera, porque hoy la única diferencia entre ambos es el soporte en el que dibujamos.

Arq. Claudio Fraga

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